1. Evaluación
Realizamos una primera visita únicamente con los padres/madres donde la psicóloga recogerá la información para conocer al niñ@ y a la familia. Con esta información se definirán los objetivos terapéuticos que guiarán la terapia.
Terapia infanto-juvenil
psicologia infanto-juvenil
Los motivos de consulta más demandados con los que trabajamos son:
- Problemas emocionales: ansiedad, depresión, fobias y miedos, irritabilidad y cambios de humor, autoestima y autoimagen.
- Problemas de conducta en casa o en la escuela
- Dificultades sociales en las relaciones con compañeros, aislamiento social.
- Conflictos familiares y dinámicas disfuncionales.
- Divorcio o separación de los padres.
- Duelos y pérdidas
- Trastornos de la conducta alimentaria
- Exploración de la identidad.
- Trastornos del neuroesarrollo: TEA, TDAH, trastornos del lenguaje y comunicación.d
En nuestro centro en Cornellà de Llobregat, contamos con una psicóloga especializada en niños y adolescentes.
Ofrecemos un servicio personalizado para niños y adolescentes que enfrentan desafíos, dificultades o cambios en su vida diaria. Si buscas un servicio de terapia psicológica para niños y adolescentes que se adapte a tus necesidades únicas, estás en el lugar correcto. Nuestro equipo de terapeutas se especializa en proporcionar un enfoque completo y a medida que fomenta el bienestar emocional y el desarrollo personal de tus hijos.
Contáctanos hoy mismo para obtener más información sobre cómo nuestra terapia psicológica infanto-juvenil puede ayudar a tu familia.
PROCESO DE TERAPIA
¿cómo trabajamos?
2. Proceso:
Las siguientes sesiones se realizaran con el niñ@/adolescente, siempre teniendo en cuenta que su ámbito familiar es muy importante y se requerirá de la familia para ayudar en el proceso y tener un feedback del mismo.
3. Seguimiento y alta terapéutica:
A medida que se avanza en la terapia, se realizará un seguimiento para evaluar el progreso y hacer ajustes si es necesario y plantear estrategias para mantener los cambios positivos a largo plazo. Una vez que se han alcanzado los objetivos terapéuticos y se ha logrado un bienestar emocional del niño y de la familia, la terapia se cierra de manera gradual.